En un trágico incidente que ha conmocionado a la capital de Portugal, ubicada en el suroeste de Europa y conocida por sus colinas empinadas y atractivos turísticos históricos, el funicular da Glória –un elevador icónico que conecta el barrio de Bairro Alto con la Baixa– descarriló esta tarde, causando la muerte de al menos 15 personas y dejando 18 heridos, cinco de ellos en estado grave.

Según Euronews, el accidente ocurrió alrededor de las 18:00 horas locales, cuando uno de los vagones del funicular, con capacidad para 42 pasajeros y frecuentado por turistas que buscan vistas panorámicas de la ciudad, salió de los rieles y se estrelló contra un edificio cercano, quedando completamente destruido. Equipos de emergencia, incluyendo bomberos y paramédicos, acudieron rápidamente al lugar en el centro histórico de Lisboa, donde se reportaron escenas de caos con personas atrapadas y escombros esparcidos.

¿Cuáles son las causas preliminares de este descarrilamiento? Las autoridades portuguesas aún investigan el suceso, pero fuentes iniciales apuntan a posibles fallos mecánicos en el sistema de cables o frenos, aunque no se descartan factores como el mantenimiento o condiciones climáticas. El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y visitó la zona para supervisar las operaciones de rescate, que involucraron a más de 60 efectivos de los servicios de protección civil.

El funicular da Glória, inaugurado en 1885 y declarado monumento nacional, forma parte del sistema de transporte público de Lisboa gestionado por la compañía Carris, y transporta diariamente a miles de personas en una ruta de apenas 265 metros pero con una pendiente pronunciada del 18%. Este evento resalta los riesgos en infraestructuras antiguas en ciudades europeas con topografía desafiante, donde incidentes similares, aunque raros, han ocurrido en el pasado en lugares como Italia o Suiza.

¿Cuántas personas viajaban en el vagón afectado? Aunque no se ha confirmado el número exacto, testigos indican que estaba cerca de su capacidad máxima, con una mezcla de locales y visitantes internacionales. Los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos como el de São José, donde se activó un plan de emergencia para atender casos críticos, incluyendo traumas por impacto y aplastamiento.

Las autoridades han cerrado la zona para facilitar la investigación y remover los restos, mientras que el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, anunció una revisión inmediata de todos los funiculares de la ciudad, incluyendo los de Bica y Lavra, para prevenir futuras tragedias. Este suceso ocurre en un momento de alto turismo en Portugal, con millones de visitantes anuales atraídos por su patrimonio cultural y clima mediterráneo.

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