El gobernador de Florida, Ron DeSantis, reveló planes para abrir un segundo centro de detención estatal destinado a albergar, procesar y deportar a inmigrantes indocumentados, en colaboración con autoridades federales. Denominado "Deportation Depot", el complejo se ubicará en la Institución Correccional de Baker, una prisión masculina temporalmente cerrada en Sanderson, un pequeño pueblo en el condado de Baker, a unos 72 kilómetros al oeste de Jacksonville y cerca del Bosque Nacional Osceola. Con capacidad para 1310 personas, el sitio se espera que entre en operación en las próximas semanas, aunque no se ha especificado una fecha exacta.

Este anuncio se produce en medio de un contexto de políticas estrictas contra la inmigración irregular en Florida, un estado sureño de Estados Unidos con una larga costa que lo convierte en punto de entrada para migrantes de América Latina y el Caribe. DeSantis enfatizó que la iniciativa busca reforzar el cumplimiento de la ley y priorizar la seguridad de los residentes locales, expandiendo la capacidad de deportación diaria. El gobernador mencionó que el centro trabajará en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), con costos que se esperan sean reembolsados por fondos federales.

El "Deportation Depot" complementa al primer centro estatal, conocido como "Alligator Alcatraz", operativo desde julio de 2025 en el sur de Florida, específicamente en el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, dentro de la Reserva Nacional Big Cypress en los Everglades. Este sitio, con capacidad para varios miles de detenidos, ha sido criticado por condiciones reportadas como inundaciones, presencia de gusanos en la comida, aguas residuales en el piso, brotes de enfermedades, hongos y plagas de mosquitos. Abogados y familiares de detenidos han alegado falta de información, recreación limitada y acceso restringido a servicios legales, lo que ha llevado a demandas y revisiones judiciales. Un juez federal está evaluando si cerrar el complejo debido a preocupaciones ambientales y humanitarias, mientras que el Departamento de Justicia ha presentado mociones para evitar demoras en la construcción.

Ambos centros forman parte de una estrategia más amplia del gobierno estatal para asistir en operaciones federales de inmigración, en un país donde el debate sobre fronteras y deportaciones ha intensificado en los últimos años, especialmente tras flujos migratorios desde Venezuela, Haití y otros países de la región. Florida ha invertido en estos esfuerzos para acelerar procesamientos y removals, utilizando aeropuertos locales como el de Lake City Gateway para vuelos de deportación. Hasta ahora, "Alligator Alcatraz" ha recibido grupos iniciales de detenidos, trasladados en remolques FEMA y estructuras temporales de lados suaves.

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