El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este miércoles 13 de agosto de 2025 una advertencia contundente a Rusia, prometiendo “consecuencias muy graves” si el presidente ruso, Vladimir Putin, no detiene la guerra en Ucrania. La declaración llega a solo dos días de la cumbre bilateral que ambos líderes mantendrán el viernes 15 de agosto en la base aérea Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska, un encuentro que la Casa Blanca describió como un “ejercicio de escucha” para Trump, pero que ha generado altas expectativas y tensiones en el contexto del conflicto ruso-ucraniano.

Trump reveló que, antes de la cumbre, participó en una videoconferencia “muy buena” y “muy amable” con líderes europeos y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a quien calificó con un “10” por su participación. Desde el Kennedy Center en Washington, donde asistía a un acto oficial, Trump anunció su intención de concretar “rápidamente” una reunión tripartita con Putin y Zelensky tras la cita en Alaska. “Él estuvo en la llamada. El presidente Zelensky estuvo en la llamada,” afirmó, subrayando la importancia de incluir a Ucrania en futuras negociaciones.

Preparativos y Contexto de la Cumbre

La cumbre se llevará a cabo en la base aérea Elmendorf-Richardson, una instalación militar estratégica de Estados Unidos utilizada para interceptar aeronaves rusas cerca del espacio aéreo nacional y que alberga una base de misiles de defensa. La elección de Anchorage, que históricamente ha servido como escala para vuelos presidenciales hacia Asia, resalta el peso simbólico del encuentro, especialmente considerando que Alaska fue parte de Rusia hasta 1867. Este será el primer encuentro entre Trump y Putin desde su reunión en Osaka, Japón, en 2019, y el primero desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022.

En la videoconferencia previa, convocada por el canciller alemán Friedrich Merz, participaron líderes de Francia, Reino Unido, Italia, Polonia, Finlandia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. El presidente francés, Emmanuel Macron, destacó que Trump garantizó que “las cuestiones territoriales que conciernen a Ucrania solo serán negociadas por el presidente ucraniano”. Esta posición alinea a Estados Unidos con los aliados de Kiev, quienes insisten en que la soberanía ucraniana no puede comprometerse sin el consentimiento de Zelensky.

Merz expresó optimismo sobre un posible impulso hacia la paz desde Alaska, pero advirtió: “Si no hay movimiento de la parte rusa, se debe aumentar la presión sobre Moscú.” Añadió que Trump “sabe que puede contar con nosotros para una paz que tenga en cuenta los intereses europeos y ucranianos.” Zelensky, por su parte, manifestó esperanza en que la cumbre derive en un alto el fuego. “Hemos hablado de la reunión de Alaska y esperamos que allí haya un alto al fuego,” afirmó, destacando la unidad lograda en la llamada. “Todos los socios hablaron con una sola voz, un solo deseo, los mismos principios,” agregó, calificando el diálogo como un “importante paso adelante.”

Moderación de Expectativas y Avances Rusos

La Casa Blanca, sin embargo, buscó moderar las expectativas. La portavoz Karoline Leavitt explicó que Trump abordará la cumbre como un “ejercicio de escucha” para “obtener una comprensión más firme de cómo poner fin a esta guerra.” “Solo una de las partes involucradas estará presente,” señaló Leavitt, refiriéndose a la ausencia de Zelensky, pero dejó abierta la posibilidad de una futura cumbre trilateral. La falta de presencia ucraniana en Alaska ha generado preocupación en Kiev, especialmente tras los recientes avances rusos en Donetsk, donde las fuerzas rusas capturaron 10 kilómetros cerca de Kucheriv Yar, amenazando las ciudades de Dobroprilia y Kostiantinivka, según el blog ucraniano DeepState.

El ejército ucraniano reportó “batallas difíciles” en el este, con Zelensky advirtiendo que Rusia “no se está preparando para terminar la guerra, sino para nuevas operaciones ofensivas.” La Unión Europea reafirmó que “las fronteras internacionales no deben cambiarse por la fuerza,” mientras el primer ministro polaco Donald Tusk insistió: “Ucrania no puede perder esta guerra y nadie tiene derecho a presionar por concesiones territoriales.”

Respaldo Internacional y Tensión Diplomática

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, celebró la “magnífica” coordinación con Estados Unidos, afirmando en X: “Europa y Estados Unidos están unidos para impulsar el fin de esta terrible guerra. La pelota está ahora en la cancha de Putin.” Von der Leyen elogió la “muy buena llamada,” destacando que “Europa, Estados Unidos y la OTAN han fortalecido la base común para Ucrania.” “Nadie quiere la paz más que nosotros, una paz justa y duradera,” añadió.

La advertencia de Trump sobre “consecuencias muy graves” se produce en un contexto de alta presión diplomática, con Rusia intensificando su ofensiva en Ucrania y el frente occidental presentándose como un bloque sólido. Sin embargo, la sugerencia de Trump de posibles “intercambios territoriales” ha generado temores en Kiev, especialmente tras las demandas rusas de que Ucrania retire tropas de regiones anexionadas ilegalmente y renuncie a la OTAN. La capacidad de Trump para trasladar las discusiones de Alaska a un marco que incluya directamente a Zelensky será crucial para el futuro del conflicto, que ha dejado miles de muertos y desplazados.

Fuentes: AP - Reuters