El dictador venezolano Nicolás Maduro anunció este sábado la culminación del plan de defensa nacional, activando todas las Zonas de Defensa Integral en el país como respuesta a la creciente presencia militar estadounidense en el Caribe. “Hoy completamos todas las Zonas de Defensa Integral del país, todos los estados, todas las entidades federales ya listas en las 27 tareas fundamentales de la defensa integral de Venezuela”, afirmó Maduro en un mensaje difundido por Telegram, destacando la “perfecta unión nacional” y la incorporación de 6,2 millones de ciudadanos a la Milicia Bolivariana.
Trump afirma que Maduro le ofreció "de todo" para evitar un conflicto con Estados Unidos
Esta medida, enmarcada en la operación Independencia 200 lanzada en septiembre, involucra el despliegue de uniformados y milicianos civiles en regiones clave, incluyendo zonas llaneras como Barinas, Portuguesa, Cojedes y Guárico, así como áreas andinas y costeras. El régimen chavista presenta esta estrategia como una defensa colectiva ante lo que percibe como amenazas externas, enfatizando la participación de autoridades y civiles en la protección del territorio. El viernes previo, Maduro había activado el plan en los estados Mérida, Trujillo, Lara y Yaracuy, completando así la cobertura nacional, que incluye fronteras con Colombia y Brasil, y la isla de Nueva Esparta en el Caribe.
El anuncio llega en un contexto de escalada bilateral con Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ha intensificado operaciones contra el narcotráfico en aguas cercanas a Venezuela. Desde el mes pasado, fuerzas estadounidenses han llevado a cabo al menos seis ataques contra embarcaciones sospechosas, resultando en 27 fallecidos en cinco incidentes previos y, por primera vez, dos sobrevivientes en el más reciente. Trump ha justificado estas acciones como parte de un conflicto armado no internacional contra organizaciones narcoterroristas vinculadas al régimen de Maduro, compartiendo videos de los operativos en Truth Social.

El despliegue estadounidense incluye destructores con misiles guiados, aviones F-35, un submarino nuclear, ocho buques de guerra, bombarderos B-52 y alrededor de 10.000 soldados. El miércoles, B-52 sobrevolaron a unos 240 kilómetros al norte de la costa venezolana, lo que ha sido interpretado en Caracas como una provocación. Además, Trump autorizó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela para combatir el narcotráfico y controlar la migración, argumentando que “mucha de la droga venezolana entra por mar” y que su gobierno ha tomado control del espacio marítimo, sin descartar acciones terrestres.
En medio de estas tensiones, Trump reveló que Maduro le ha ofrecido “de todo” para evitar un conflicto, incluyendo la apertura de proyectos petroleros y mineros a empresas estadounidenses, contratos preferenciales y la reorientación de exportaciones hacia EE.UU., terminando acuerdos con China, Irán y Rusia. Sin embargo, funcionarios venezolanos como Delcy Rodríguez y Jorge Rodríguez negaron propuestas de un gobierno de transición sin Maduro, desmintiendo reportes que sugerían negociaciones en ese sentido. Maduro, por su parte, firmó un decreto para declarar un estado de conmoción externa, habilitando un estado de emergencia ante una posible agresión extranjera, y afirmó que su alto mando está “más unido que nunca” para defender la patria, rechazando cualquier vínculo con actividades ilícitas.
Esta escalada ha generado preocupación internacional, con legisladores demócratas en EE.UU. cuestionando la legalidad de los operativos y exigiendo evidencia de los cargamentos de drogas. Mientras tanto, el régimen venezolano insiste en que estas acciones son un pretexto para un cambio de régimen, intensificando su retórica defensiva en un momento de vulnerabilidad económica y política.
Con información de EFE