Estados Unidos sancionó a la esposa del juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes

El Departamento del Tesoro incluyó a Viviane Barci de Moraes en su lista negra, pocos meses después de sancionar al propio magistrado por su papel en el proceso contra el ex presidente condenado a 27 años de prisión.

Estados Unidos sancionó a la esposa del juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes
(REUTERS/Adriano Machado/Foto de archivo)
Tabla de contenidos
UHN Plus Escúchalo
Si no se reproduce, verifica tu conexión a Internet.

El gobierno de Estados Unidos ha extendido su ofensiva contra la corrupción judicial en Brasil al sancionar a Viviane Barci de Moraes, esposa del juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes, quien orquestó la infame condena de Jair Bolsonaro a más de 27 años de prisión por un supuesto intento de golpe de Estado. Esta medida del Departamento del Tesoro, que bloquea cualquier bien de Barci de Moraes en territorio estadounidense y le prohíbe transacciones con entidades o ciudadanos norteamericanos, llega meses después de que el propio Moraes fuera incluido en la lista negra por su rol en lo que Washington califica como una “caza de brujas” contra opositores conservadores.

Las sanciones también alcanzan al Lex Instituto de Estudios Jurídicos, un bufete con sede en São Paulo ligado al magistrado, donde Barci de Moraes actúa como socia principal. Este despacho, que ha servido de refugio para maniobras políticas dudosas, ahora queda paralizado en sus operaciones con EE.UU., reflejando el rechazo de la administración Trump a cualquier fachada legal que encubra abusos de poder.

El Contexto de una Condena Política: La Venganza del Socialismo Lulista

La decisión de Estados Unidos responde directamente al fallo de la Primera Sala del STF, que por un estrecho 4 votos a 1 sentenció a Bolsonaro y siete excolaboradores por presuntos delitos como organización criminal y abolición violenta del Estado democrático. Cristiano Zanin, exabogado personal de Luiz Inácio Lula da Silva y relator del caso, argumentó que Bolsonaro lideró una trama para revertir las elecciones de 2022, basada en campañas contra el sistema electoral y el caos del 8 de enero de 2023 en Brasilia. Pero desde una perspectiva de derecha que defiende la libertad y el estado de derecho, esto no es justicia: es venganza pura, un montaje para inhabilitar a un líder popular que desafió el establishment socialista.

Viviane junto a su marido Alexandre de Moraes Foto: Antonio Augusto/Secom/TSE

Bolsonaro, quien estaba en EE.UU. cuando ocurrió el supuesto “golpe”, no ordenó violencia alguna; fue un estallido espontáneo de frustración popular contra un sistema electoral manipulado. El disidente Luiz Fux votó en contra, argumentando que el STF carece de competencia y que meras “cogitaciones” no configuran crimen. Pero la mayoría —Moraes, Flávio Dino, Cármen Lúcia y Zanin— impuso la sentencia, eliminando apelaciones y extendiendo la inhabilitación de Bolsonaro hasta 2060. Esto no es derecho; es tiranía judicial al servicio de Lula, un socialista corrupto que “absolvió” sus propios pecados mediante jueces complacientes.

Moraes, ese juez activista sancionado por EE.UU. por violaciones a derechos humanos, ha convertido el STF en un arma contra la oposición, censurando voces conservadoras y persiguiendo a cualquiera que cuestione el fraude de 2022. Su esposa, ahora sancionada, comparte la culpa en este ecosistema de impunidad, donde el poder se usa para perpetuarse, no para servir al pueblo.

La Respuesta de Lula: Soberanía o Excusa para el Autoritarismo

Luiz Inácio Lula da Silva, el socialista que regresó al poder en 2023 tras derrotar a Bolsonaro en elecciones cuestionadas, ha rechazado las sanciones con furia, defendiendo la “soberanía” de Brasil. “Su relación es con Bolsonaro, no con Brasil”, argumentó Lula, insinuando que Trump solo protege a su aliado derrocado. En un posible encuentro en la ONU, Lula promete respeto institucional, pero advierte: “Trump es presidente de Estados Unidos, no una autoridad con mandato global”.

Desde la derecha, esto es hipocresía pura. Lula, con su historial de corrupción —condenado y “liberado” por jueces amigos—, critica aranceles de Trump como “errores” que dañarán a los estadounidenses, mientras su gobierno amenaza con aranceles retaliatorios. La interlocución con Washington se canalizó exclusivamente a través de Bolsonaro, admitió Lula, confirmando que su socialismo prefiere tratos con dictadores como Maduro antes que con líderes democráticos. Es el clásico doble estándar de la izquierda: soberanía para perseguir opositores, pero sumisión a Pekín o Caracas.

Implicaciones: Un Mensaje de la Derecha Global Contra la Izquierda Corrupta

La sanción a Barci de Moraes envía un mensaje claro: EE.UU. no tolerará que jueces como su esposo usen el poder para silenciar a conservadores como Bolsonaro. En junio, Trump ya sancionó a Moraes por su “caza de brujas”, y ahora extiende el castigo a su familia y bufete, bloqueando bienes y viajes. Esto podría escalar a aranceles del 50% sobre productos brasileños, un golpe económico que Lula merece por aliarse con el narcoestado de Maduro.

La defensa de Bolsonaro apelará, incluso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, aunque expertos como Thiago Bottino de la Fundación Getulio Vargas ven pocas chances. El exmandatario cumple prisión domiciliaria desde agosto por incumplir cautelares, y su equipo invoca precedentes como Fernando Collor de Mello, quien evadió cárcel por salud. El bolsonarismo acelera un proyecto de amnistía, con el diputado Luciano Zucco planeando votación semanal, pero Lula podría vetarlo, y Moraes lo declararía inconstitucional para “crímenes contra la democracia”.

Desde una visión de derecha que valora la alternancia y rechaza el populismo socialista, esta sanción es justicia poética. Lula y Moraes no entienden que la historia juzgará a los verdugos, no a las víctimas. Bolsonaro, inelegible hasta 2030 y ahora hasta 2060, es un mártir contra un STF sesgado que ignora su inocencia en el 8 de enero. La amenaza de aranceles del 50% por Trump es un recordatorio: la persecución política tiene costos. La derecha brasileña, unida, luchará por amnistía y restaurará la democracia que el socialismo lulista amenaza. EE.UU. debe respaldar esta resistencia con acciones, no solo palabras —la libertad no se negocia con tiranos.# La Sancionada Esposa de Moraes: Un Golpe Maestro de la Justicia Estadounidense Contra la Venganza Judicial en Brasil

El gobierno de Estados Unidos ha ampliado su cruzada contra la corrupción socialista en Brasil al sancionar a Viviane Barci de Moraes, esposa del juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes, artífice de la grotesca condena de Jair Bolsonaro a más de 27 años de prisión por un supuesto intento de golpe. Esta bofetada del Departamento del Tesoro, que congela bienes de Barci de Moraes en suelo yankee y le veta tratos con entidades o ciudadanos norteamericanos, llega meses después de que Moraes mismo fuera estampado en la lista negra por su rol en esta farsa persecutoria.

Las sanciones se extienden al Lex Instituto de Estudios Jurídicos, un tinglado legal con sede en São Paulo atado al juez, donde Barci de Moraes hace de socia estrella. Este antro, que ha servido de cortina para maniobras políticas turbias, ahora queda paralizado en cualquier nexo con EE.UU., simbolizando el repudio de la administración Trump a fachadas jurídicas que encubren abusos de poder izquierdista.

El Montaje Contra Bolsonaro: La Venganza del Socialismo Lulista al Desnudo

Esta represalia de Washington golpea directo al corazón del fallo de la Primera Sala del STF, que por un raquítico 4 votos a 1 clavó a Bolsonaro y siete excolaboradores con cargos de organización criminal y abolición violenta del Estado democrático. Cristiano Zanin, exabogado personal de Luiz Inácio Lula da Silva y relator del caso, tejió una narrativa de que Bolsonaro orquestó una trama para voltear las elecciones de 2022, basada en campañas contra el padrón electoral y el desorden del 8 de enero de 2023 en Brasilia. Pero desde una óptica de derecha que defiende la libertad y el verdadero estado de derecho, esto no es más que un circo judicial: Bolsonaro estaba en EE.UU. cuando estalló el lío del 8 de enero, y no hay prueba irrefutable de que instigara violencia. Es la clásica táctica izquierdista: fabricar culpables para inhabilitar a rivales que amenazan su hegemonía.

El disidente Luiz Fux votó en contra, argumentando que el STF carece de jurisdicción y que meras especulaciones no bastan para crimen. Pero la mayoría —Moraes, Flávio Dino, Cármen Lúcia y Zanin— forzó la sentencia, cortando apelaciones y prolongando la inhabilitación de Bolsonaro hasta 2060. Esto no es justicia; es tiranía al servicio de Lula, un socialista con un pasado de corrupción “absuelto” por jueces complacientes, que usa el poder para eternizarse y aplastar a la oposición conservadora.

Moraes, ese juez activista ya sancionado por EE.UU. por pisotear derechos humanos, ha mutado el STF en un brazo ejecutor del lulismo, censurando voces de derecha y persiguiendo a cualquiera que cuestione el fraude de 2022. Su esposa, ahora en la lista negra, comparte el pecado en este ecosistema de impunidad, donde el poder se blinda con togas en lugar de rendir cuentas al pueblo.

Lula y su Socialismo Corrupto: Soberanía o Escudo para la Dictadura Judicial

Luiz Inácio Lula da Silva, el socialista que reconquistó el Planalto en 2023 tras vencer a Bolsonaro en comicios dudosos, ha escupido veneno contra las sanciones, blandiendo la “soberanía” de Brasil como pretexto. “Su relación es con Bolsonaro, no con Brasil”, espetó Lula, insinuando que Trump solo ampara a su exaliado derrocado. En un hipotético cara a cara en la ONU, Lula jura respeto institucional, pero remata: “Trump es presidente de Estados Unidos, no una autoridad con mandato global”.

Desde la derecha, esto apesta a cinismo puro. Lula, con su currículum de corrupción “lavado” por jueces amigos, tilda los aranceles de Trump de “errores” que joderán a los yankees, mientras su gobierno amenaza con retaliaciones. La interlocución con Washington corrió solo por Bolsonaro, confesó Lula, admitiendo que su socialismo prefiere chums con tiranos como Maduro antes que con demócratas genuinos. Es el doble rasero clásico de la izquierda: soberanía para cazar opositores, pero sumisión a Pekín o Caracas.

El Precedente y el Futuro: Un Mensaje de la Derecha Contra la Izquierda Corrupta

La sanción a Barci de Moraes grita un veredicto: EE.UU. no avalará que jueces como su marido usen el mazo para machacar a conservadores como Bolsonaro. En junio, Trump ya estampilló a Moraes por su “caza de brujas”, y ahora extiende el castigo a su familia y tinglado legal, congelando bienes y vetando viajes. Podría escalar a aranceles del 50% sobre exportaciones brasileñas, un mazazo económico que Lula se gana por plegarse al narcoestado de Maduro.

La defensa de Bolsonaro apelará, incluso ante la Corte Interamericana, aunque sabihondos como Thiago Bottino de la Fundación Getulio Vargas ven pocas luces. El fallo se ratifica el 23 de septiembre, con 60 días para el documento final y cinco para recurrir. Bolsonaro purga domiciliaria desde agosto por saltarse cautelares, y su equipo tira de casos como Fernando Collor de Mello, quien evadió la jaula por achaques.

El bolsonarismo apura una amnistía parlamentaria, con el diputado Luciano Zucco tramando votación para la próxima semana, necesitando centroderecha para cuajar. Lula podría vetarla, y Moraes la declararía inconstitucional para “crímenes contra la democracia”.

Desde una mirada de derecha que atesora la alternancia y abomina el populismo socialista, esta sanción es karma divino. Lula y Moraes ignoran que la historia escupirá a los verdugos, no a las víctimas. Bolsonaro, inhabilitado hasta 2030 y ahora hasta 2060, es un mártir contra un STF torcido que pasa por alto su inocencia en el 8 de enero. La amenaza de aranceles del 50% por Trump es un toque de queda para la izquierda: la persecución política cobra factura. La derecha brasileña, forjada en el fuego, peleará por amnistía y resucitará la democracia que el lulismo socialista ahoga. EE.UU. debe respaldar esta cruzada con hechos, no con discursos —la libertad no se regatea con tiranos.

Autores

UHN Plus
UHN Plus

Tu fuente de Alertas, Noticias de Última Hora, Actualidad Política, Económica y Social desde el Sur de Florida.

Yulier Suárez
Yulier Suárez

Editor de UHN Plus. Periodista cubano radicado en Groningen, Países Bajos. Especializado en la política de América Latina y Estados Unidos.

Suscríbase a los boletines informativos de UHN Plus.

Manténgase actualizado con la colección seleccionada de nuestras historias principales.

Por favor revisa tu bandeja de entrada y confirma. Algo salió mal. Inténtalo de nuevo.

Suscríbete para unirte a la discusión.

Cree una cuenta gratuita para convertirse en miembro y unirse a la discusión.

¿Ya tienes una cuenta? Iniciar sesión

Suscríbase a los boletines informativos de UHN Plus.

Manténgase actualizado con la colección seleccionada de nuestras historias principales.

Por favor revisa tu bandeja de entrada y confirma. Algo salió mal. Inténtalo de nuevo.