Irán ejecutó al menos a 1.000 personas este año en prisión
64 personas fueron ahorcadas solo la semana pasada, un promedio de más de nueve al día, denunció el grupo Iran Human Rights, con sede en Noruega.


Irán ha ejecutado al menos a 1.000 personas en lo que va de 2025, marcando un récord alarmante que no se veía desde hace casi tres décadas, según informó este martes la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega. La ONG calificó estas ejecuciones, que incluyen al menos 64 ahorcamientos en la última semana (un promedio superior a nueve diarios), como parte de una “campaña de asesinatos masivos” que constituye un crimen de lesa humanidad, ante la pasividad internacional.
Con más de tres meses aún por delante en el año, esta cifra supera las 975 ejecuciones registradas en 2024, convirtiéndose en el número más alto desde que IHR comenzó su registro en 2008. Mahmood Amiry-Moghaddam, director de la organización, advirtió que la intensidad de estas ejecuciones ha escalado en los últimos meses, especialmente tras las protestas de 2022-2023 y la reciente guerra de 12 días contra Israel en junio, que han desafiado la autoridad del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
Una Ola de Violencia Institucional
La oficina de derechos humanos de la ONU, con sede en Ginebra, calificó estas cifras de “asombrosas”, destacando que el régimen iraní ha recurrido masivamente a la pena capital para sofocar la disidencia. Históricamente, Irán experimentó picos de ejecuciones tras la Revolución Islámica de 1979 y la guerra con Irak, pero activistas aseguran que el uso actual de la horca supera cualquier periodo de las últimas tres décadas. La mayoría de estas ejecuciones ocurren en prisiones, aunque en algunos casos se han llevado a cabo en público, enviando un mensaje intimidatorio a la población.
El informe de IHR revela que el 50% de las ejecuciones están relacionadas con delitos de drogas, muchos de ellos no violentos, mientras que otras víctimas incluyen a 28 mujeres, varias condenadas por matar a maridos abusivos con quienes fueron obligadas a casarse. Organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado que decenas de personas enfrentan juicios injustos y cargos políticamente motivados, lo que agrava la crisis humanitaria.
Respuesta Oficial y Rechazo Internacional
Frente a las críticas, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, defendió la pena de muerte como una medida reservada para “los delitos más graves”, insistiendo en que Teherán busca limitar su aplicación. Sin embargo, esta postura choca con las denuncias de que el régimen utiliza la horca como herramienta de represión, особенно contra minorías y disidentes.
La Unión Europea ha condenado enérgicamente “el uso de la pena capital contra la disidencia”, mientras la portavoz de la ONU, Ravina Shamdasani, reiteró que los delitos de drogas no justifican la ejecución, un llamado que Irán ha ignorado sistemáticamente. Estas ejecuciones coinciden con las negociaciones nucleares en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde ministros iraníes y europeos intentan resolver el estancamiento, aunque Amiry-Moghaddam urgió que este tema sea prioritario en la agenda internacional.
Implicaciones y Silencio Global
La escalada en las ejecuciones refleja la desesperación del régimen por mantener el control interno, pero también expone su aislamiento. Con Irán como el segundo país con más ejecuciones del mundo —tras China, donde las cifras exactas son opacas—, la comunidad internacional enfrenta un dilema: condenar verbalmente o actuar con sanciones efectivas. Mientras las cárceles iraníes se convierten en escenarios de una represión sin precedentes, la falta de una respuesta contundente podría alentar aún más esta política de terror estatal.
Autor

Editor de UHN Plus. Periodista cubano radicado en Groningen, Países Bajos. Especializado en la política de América Latina y Estados Unidos.
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