La Unión Europea (UE) apuntó este martes a Rusia como la probable responsable de las incursiones de drones que obligaron al cierre temporal de los aeropuertos de Copenhague y Oslo durante la noche del lunes, marcando un nuevo episodio de tensiones en el espacio aéreo europeo. Aunque la portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, Anitta Hipper, instó a esperar los resultados de las investigaciones oficiales, dejó entrever que los antecedentes recientes en Polonia, Rumania y Estonia sugieren un patrón de acciones deliberadas por parte de Moscú.

“Lo que hemos observado en las últimas semanas apunta a Rusia y sus acciones imprudentes, que no solo han violado accidentalmente el espacio aéreo de los Estados miembros, sino que reflejan una estrategia intencionada para desafiar las fronteras europeas”, afirmó Hipper en la rueda de prensa diaria. La funcionaria expresó la solidaridad de la UE con Dinamarca y Noruega —este último fuera del bloque pero aliado clave—, destacando la rapidez con que ambos países han respondido al incidente.

Un Patrón de Provocaciones Aéreas

El cierre de los aeropuertos, que afectó a decenas de miles de pasajeros, se produjo tras avistamientos de varios drones en las cercanías de las instalaciones. En Copenhague, las operaciones se suspendieron por aproximadamente cuatro horas, mientras que en Oslo el impacto fue similar, con desvíos de vuelos y caos logístico. La Policía danesa sugirió que el responsable podría ser un actor “capacitado”, con recursos para operar con precisión, mientras las autoridades noruegas optaron por reservarse juicios hasta completar su análisis.

Hipper subrayó que estos incidentes encajan en una serie de violaciones del espacio aéreo europeo atribuidas a Rusia, como las registradas en Polonia y Rumania con drones rusos, y en Estonia con jets militares. “Rusia está poniendo a prueba la determinación de Europa y socavando nuestra seguridad colectiva”, advirtió, recordando que la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, ya había emitido un mensaje firme al respecto el lunes.

La primera ministra danesa, Mette Fredriksen, calificó el suceso como “un ataque grave” contra la infraestructura crítica de su nación, sin descartar ninguna hipótesis sobre los autores. “Esto se alinea con una tendencia alarmante de ataques con drones, incursiones aéreas y ciberataques contra instalaciones europeas”, señaló, instando a una respuesta coordinada.

Investigación en Curso y Colaboración Bilateral

Las autoridades danesas y noruegas, apoyadas por sus servicios de inteligencia, están colaborando estrechamente para esclarecer los hechos, aunque no han confirmado aún una conexión directa entre ambos episodios. “Es su competencia, y ya los felicitamos por su actuación inmediata”, destacó Hipper, subrayando que la UE respalda estos esfuerzos pero deja la investigación en manos de los Estados afectados.

La Policía danesa ha desplegado agentes para custodiar las zonas aeroportuarias, mientras las imágenes muestran a oficiales vigilando las áreas afectadas en Copenhague. Por su parte, las autoridades noruegas han evitado especulaciones prematuras, enfocándose en recopilar evidencia técnica.

Respuesta del Kremlin: Negación Rotunda

Desde Moscú, el portavoz presidencial Dmitri Peskov rechazó tajantemente las acusaciones en su rueda de prensa diaria. “Hacer acusaciones infundadas de manera recurrente lleva a que nadie tome en serio estas declaraciones”, afirmó, defendiendo que un país serio no debería incurrir en tales señalamientos sin pruebas concretas. “Rusia niega cualquier vinculación con estos incidentes”, insistió, en un intento por desviar la narrativa mientras la comunidad internacional escruta sus movimientos.

Implicaciones para la Seguridad Europea

Este incidente ocurre en un contexto de creciente tensión, con Rusia desafiando los límites de la OTAN y la UE tras años de escaladas en Ucrania y el Mar Báltico. Expertos advierten que estas provocaciones buscan sondear las defensas europeas y desestabilizar la región, especialmente tras las recientes incursiones de drones en Polonia y Rumania, que activaron consultas bajo el Artículo 4 de la OTAN.

La UE, liderada por figuras como Kallas, está evaluando una respuesta conjunta, que podría incluir sanciones adicionales o un refuerzo de la presencia militar en el flanco este. “No toleraremos que nuestras fronteras sean vulneradas ni que nuestra seguridad se vea comprometida”, sentenció Hipper, dejando claro que Europa está lista para actuar si las investigaciones confirman la autoría rusa.

Mientras los aeropuertos retoman lentamente sus operaciones, la sombra de Moscú planea sobre el norte de Europa, recordando que la paz continental depende de una postura firme contra las ambiciones expansionistas. La pelota está ahora en el tejado de Dinamarca y Noruega, pero la UE ya tiene el ojo puesto en un adversario que no parece dispuesto a retroceder.