París amaneció conmocionada este domingo 19 de octubre de 2025 tras un audaz robo en el Museo del Louvre, donde cuatro hombres sustrajeron ocho valiosas piezas de joyería de la colección de la corona y las joyas de Napoleón, expuestas en la Galería Apolo. El atraco, ejecutado en tan solo siete minutos, dejó a los delincuentes prófugos y generó la suspensión inmediata de las actividades del museo más visitado del mundo, afectando a miles de turistas y desencadenando una investigación urgente para recuperar el patrimonio perdido.

La fiscal de París, Laure Beccuau, calificó a los responsables como un “comando” que actuó con precisión y organización meticulosa. “Tenemos imágenes de las cámaras de seguridad del propio museo y de la ciudad de París. Los hechos demuestran preparación y una forma de organización”, afirmó en declaraciones a BFMTV. Las autoridades están analizando registros de videovigilancia y posibles rastros genéticos para identificar a los sospechosos, quienes permanecen sin capturar. El ministro del Interior, Laurent Núñez, destacó que los ladrones actuaron como “profesionales” sin recurrir a la violencia, mientras que la ministra de Cultura, Rachida Dati, elogió la “profesionalidad” en la evacuación de los visitantes.

El robo comenzó poco después de la apertura del museo, cuando dos de los delincuentes ingresaron a la galería tras romper un cristal de una ventana. Otros dos, vestidos como obreros con chalecos amarillos, subieron utilizando un montacargas, accediendo por el flanco sur del Louvre, junto al río Sena, con motos de alta velocidad y un camión como apoyo logístico. Entre las piezas robadas destacan la tiara y el collar de las reinas María Amelia y Hortensia, los pendientes a juego, el collar y pendientes de esmeraldas de María Luisa, el broche relicario, y la tiara y el gran lazo del corpiño de la emperatriz Eugenia. La corona de esta última, adornada con 1.354 diamantes y 56 esmeraldas para la Exposición Universal de 1855, fue recuperada parcialmente, aunque dañada.
Así es la galería del muso de Louvre que fue robada
El ex presidente François Hollande calificó el incidente como un “acto grave” y un “atentado contra nuestro patrimonio”, sin descartar inicialmente la participación de extranjeros para desestabilizar a Francia. Sin embargo, Beccuau descartó esta hipótesis, enfocándose en un posible crimen organizado interno. La pérdida de estas joyas, algunas regresadas al Louvre tras donaciones tras su venta en 1885 tras la caída del Imperio, representa un golpe cultural significativo, recordando robos históricos como el de La Gioconda en 1911.

La seguridad del Louvre había sido cuestionada previamente. El senador Ian Brossat criticó al gobierno por ignorar alertas del personal, que en junio realizó una huelga por la reducción de 200 empleados en los últimos cinco años, una merma que pudo facilitar el asalto. Con 8,7 millones de visitantes en 2024, el museo enfrenta ahora la tarea de reforzar sus medidas de protección mientras las autoridades buscan a los cuatro prófugos.
El procedimiento abierto por la Fiscalía de París por robo en banda organizada y asociación de malhechores refleja la gravedad del caso. La suspensión de actividades este domingo subraya el impacto del incidente, y la comunidad internacional observa con preocupación la vulnerabilidad de uno de los símbolos culturales más importantes del mundo. La recuperación de las piezas robadas y la identificación de los responsables serán clave para restaurar la confianza en la seguridad del Louvre.