El presidente Donald Trump ha respondido a especulaciones sobre su salud publicando en Truth Social que "nunca se ha sentido mejor en su vida", tras varios días sin apariciones públicas que generaron tendencias como #TrumpIsDead en redes sociales. El mensaje, en mayúsculas, busca disipar dudas sobre su condición física a los 79 años, mientras el vicepresidente J.D. Vance ha declarado estar preparado para asumir responsabilidades si fuera necesario, aunque enfatiza la "energía increíble" del mandatario.

¿De dónde surgen estos rumores? Trump, reelegido en 2024 ha sido objeto de escrutinio por fotos del 25 de agosto que muestran hematomas en sus manos durante una reunión con el presidente surcoreano Lee Jae-myung. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó que estos son resultado de "frecuentes apretones de manos" y un tratamiento preventivo con aspirina, una medida estándar para la salud cardiovascular en personas mayores de 70 años, sin implicar nada grave.

De acuerdo con NYPost, Trump fue visto jugando golf el sábado, lo que contradice las afirmaciones virales de que podría estar en crisis de salud o incluso muerto, impulsadas por publicaciones en X que acumularon miles de interacciones. Estas especulaciones incluyen referencias a un diagnóstico de insuficiencia venosa crónica en julio, una condición común en adultos mayores donde las venas de brazos o piernas no funcionan óptimamente, causando hinchazón, pero que no representa un riesgo inminente si se maneja adecuadamente.

¿Ha influido el vicepresidente en esta controversia? En una entrevista con USA Today el 28 de agosto, Vance mencionó estar listo para cualquier "terrible tragedia", pero también elogió la vitalidad de Trump, quien es "la última persona en hacer llamadas por la noche y la primera en la mañana". Esto ha sido interpretado por algunos como preparación para una transición, aunque el contexto resalta la solidez del liderazgo actual ante amenazas como el narcotráfico y tensiones internacionales.

Según Fortune, la ausencia pública de Trump desde el 26 de agosto, combinada con tendencias en redes, ha elevado el volumen de búsquedas sobre su salud, pero fuentes oficiales insisten en que no hay crisis. Expertos como S. Jay Olshansky, de la Universidad de Illinois, han recordado que la edad no es un factor de descalificación automática, sino la capacidad de toma de decisiones, y que riesgos aumentan con los años, pero no definen la aptitud para el cargo.

La dinámica recuerda debates electorales pasados, donde la salud de candidatos como Joe Biden fue cuestionada, pero sin impacto definitivo. En este caso, la Casa Blanca atribuye las marcas visibles a causas benignas, y no hay evidencia verificada de deterioro grave, a pesar de publicaciones virales que incluyen supuestas predicciones ficticias de series como Los Simpsons.

Esta ola de rumores, amplificada en plataformas digitales, subraya cómo la desinformación puede escalar rápidamente en un entorno polarizado, especialmente contra figuras como Trump, quien mantiene una agenda activa en temas de seguridad nacional y economía.