Raúl Enrique Pargas Rodríguez, un venezolano de 31 años acusado de intentar asesinar a una mujer en su país mediante un violento ataque al estilo de la ruleta rusa, fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el 14 de agosto en Plano, Texas. El hombre, quien huyó de Venezuela en 2022, rompió en llanto al ser esposado y trasladado en un vehículo policial, como se observa en un video difundido por medios locales.

El incidente que lo llevó a la fuga ocurrió el 24 de febrero de 2021, cuando citó a la víctima en su taller mecánico. Allí, la insultó, golpeó y torturó, sacando una pistola para colocarla en su cabeza, quitando y volviendo a insertar balas en una versión retorcida del juego mortal. La mujer logró escapar y denunciarlo por intento de feminicidio agravado. Pargas evadió la justicia venezolana y cruzó ilegalmente la frontera estadounidense el 10 de agosto de 2022 cerca de Eagle Pass, Texas, donde fue detenido inicialmente por la Patrulla Fronteriza pero liberado bajo supervisión pendiente de procedimientos migratorios.

En noviembre de 2023, fue arrestado en el condado de Dallas por agresión, pero liberado bajo discreción procesal debido a prioridades de inmigración vigentes entonces. Una alerta de Interpol por el feminicidio en abril de 2024, combinada con una referencia de la Patrulla Fronteriza, permitió su localización y captura segura por ICE, alguaciles estadounidenses y el Departamento de Seguridad Pública de Texas.

Joshua Johnson, director interino de la Oficina de Campo de Dallas del ICE, declaró que este "peligroso extranjero criminal" presuntamente golpeó, degradó y torturó a una joven antes de huir a EE.UU. cuando su intento falló. Gracias a la cooperación interinstitucional, Pargas fue puesto bajo custodia para repatriación a Venezuela, donde enfrentará justicia por sus presuntos delitos. Actualmente permanece detenido en espera de la disposición de sus procedimientos migratorios.

Este caso destaca los desafíos en el control de migrantes con antecedentes criminales, en un contexto donde la administración de Donald Trump ha intensificado deportaciones de venezolanos, alcanzando cifras récord en 2025 con operaciones contra criminales ilegales. Venezuela, bajo Nicolás Maduro, ha acordado aceptar repatriaciones y compartir inteligencia, facilitando arrestos como este. El éxodo venezolano, con más de ocho millones de personas huyendo de la crisis económica y política, ha generado preocupaciones sobre seguridad fronteriza, con miles de detenciones por delitos graves.