La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, resaltó durante su visita a la Casa Blanca la apertura de "espirales de diálogo" con Rusia tras tres años y medio de intransigencia por parte de Moscú, que exigía la capitulación de Ucrania. Meloni atribuyó este avance al estancamiento militar en el terreno, forjado por el coraje de los ucranianos y el apoyo unido del Occidente —agrupación de naciones democráticas lideradas por Estados Unidos y la Unión Europea—. Esta unidad, según ella, es clave para construir paz y justicia, evitando que agresores como Putin impongan términos unilaterales.

La reunión, convocada por el presidente Donald Trump, incluyó al líder ucraniano Volodímir Zelenski y al francés Emmanuel Macron, con Meloni posicionándose como puente entre Trump y Europa. Italia, firme aliada en la OTAN, reafirma su respaldo a Ucrania y a los esfuerzos de paz de Trump, proponiendo garantías de seguridad inspiradas en el Artículo 5 del Tratado de Washington —que activa defensa colectiva ante ataques—. Meloni enfatizó que no hay soluciones fáciles, pero se deben explorar todas las vías para garantizar seguridad regional, contribuyendo con ideas diplomáticas probadas.

Este encuentro ocurre en un contexto de presiones de Trump para que Ucrania ceda Crimea —anexada por Rusia en 2014— y renuncie a ingresar en la OTAN, propuestas que buscan un cese rápido del conflicto iniciado en febrero de 2022 y que ha costado miles de vidas. Meloni, interrumpiendo sus vacaciones, subrayó la importancia de involucrar a Ucrania en decisiones, alineándose con aliados europeos para contrarrestar la influencia rusa.

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