El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, alcanzaron un acuerdo histórico que reduce aranceles y aplaza restricciones a las tierras raras, tras una reunión de una hora y 40 minutos en Busan, Corea del Sur. Las importaciones chinas estarán sujetas a un arancel del 47%, diez puntos menos que el nivel previo, mientras China aplazará durante un año las restricciones a la exportación de minerales estratégicos, esenciales para la industria tecnológica y militar.

“Diría que en una escala del 1 al 10, siendo 10 la mejor, la reunión fue un 12”, declaró Trump a bordo del Air Force One al partir de Busan. El mandatario confirmó que China levantará las restricciones a las tierras raras y reanudará la compra de soja estadounidense, tras meses de suspensión. “Ya se resolvió todo el tema de las tierras raras, y eso es para el mundo entero”, afirmó, destacando que no habrá obstáculos en el suministro global.
Avances en fentanilo, Ucrania y comercio
Trump anunció que China cooperará intensamente en la lucha contra el fentanilo, a cambio de lo cual Estados Unidos reducirá del 20% al 10% los aranceles vinculados al opioide. “Acordamos que trabajará arduamente para detener el flujo”, señaló. Aunque el comercio de petróleo ruso por parte de China no se abordó en profundidad, ambos líderes coincidieron en cooperar sobre Ucrania, tema que “salió a colación como asunto prioritario”.

Taiwán quedó fuera de la agenda, evitando uno de los puntos más sensibles. Ambos líderes ignoraron preguntas sobre la isla, en medio de la preocupación de Taipéi por posibles concesiones de Washington a Beijing.
Una tregua en la guerra comercial
La cumbre, la primera reunión presencial entre Trump y Xi desde 2019, se realizó al margen de la cumbre APEC en Gyeongju y cerró la gira asiática de Trump. “Vamos a tener una reunión muy exitosa. Nos conocemos bien. Siempre hemos tenido una gran relación”, dijo Trump al inicio. Xi comparó la relación bilateral con un “buque de alta mar” que debe “mantener el rumbo correcto”, y destacó que ambos países pueden asumir responsabilidades como grandes potencias.
“El mundo se enfrenta a muchos problemas difíciles… China y Estados Unidos pueden trabajar juntos para lograr cosas más importantes y concretas”, afirmó Xi, subrayando que los equipos económicos alcanzaron un consenso para abordar preocupaciones clave.
Contexto de la distensión
El acuerdo contrasta con la escalada reciente: China había endurecido restricciones a tierras raras, mientras Trump amenazó con aranceles del 100% y límites a exportaciones de software. Sin embargo, un “acuerdo preliminar” en Kuala Lumpur evitó el colapso, preparando el terreno para Busan.
La delegación estadounidense incluyó a Marco Rubio (Estado), Scott Bessent (Tesoro) y Howard Lutnick (Comercio); la china, a Wang Yi (Asuntos Exteriores), Wang Wentao (Comercio) y He Lifeng (viceprimer ministro).
Próximos pasos
Trump visitará China en abril, y Xi será recibido en Washington o Palm Beach. El pacto, aunque no resuelve la rivalidad estructural, representa una tregua manejable que evita una crisis inmediata, según analistas. Los mercados asiáticos fluctuaron positivamente tras el anuncio, reflejando alivio ante la estabilización del comercio global.
(Con información de AFP, EFE y REUTERS)