El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, se reunirán este jueves en Busan, Corea del Sur, para negociar una tregua comercial que frene la escalada de aranceles y restricciones recíprocas. La cumbre, que marca el punto culminante de la gira asiática de Trump, busca estabilizar los lazos económicos entre Washington y Beijing tras meses de tensiones por impuestos a importaciones chinas y límites a exportaciones de minerales estratégicos.

Trump rebajó el tono de sus amenazas arancelarias previas a la reunión, afirmando que considera reducir las tasas impuestas a productos chinos. “Espero disminuir esas tasas porque confío en que ellos nos ayudarán con el fentanilo”, declaró el mandatario estadounidense durante su viaje a Corea del Sur. Agregó que la relación bilateral “es muy buena” y anticipó un diálogo extendido con Xi para avanzar en múltiples frentes, incluyendo el control del fentanilo y el acceso a tierras raras, esenciales para industrias de alta tecnología y defensa.
Contexto de volatilidad y avances preliminares
La reunión llega en un momento de extrema volatilidad económica, donde ambos países han utilizado palancas globales para presionar al otro. China endureció recientemente las restricciones a sus exportaciones de tierras raras, clave para la tecnología y la defensa, justo antes del viaje de Trump a Asia. Sin embargo, las delegaciones cerraron en Kuala Lumpur un “acuerdo preliminar” que evita la amenaza de Trump de imponer un arancel del 100% a productos chinos, según informó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. “Se logró un marco muy exitoso para seguir adelante con las discusiones y mitigar el riesgo de un escalamiento mayor”, destacó Bessent.
En las jornadas previas, Trump firmó acuerdos con aliados regionales como Malasia, Japón y Corea del Sur para fortalecer vínculos estratégicos y atraer inversiones asiáticas a Estados Unidos, a cambio de compromisos para evitar subidas generalizadas de aranceles. El mercado financiero estadounidense reaccionó positivamente, con subidas en la bolsa ante la perspectiva de un entendimiento que evite nuevos impuestos y trastornos en el comercio bilateral.
Rivalidad subyacente y temas excluidos
Ambos líderes reconocen que el costo de una ruptura abrupta sería insostenible, aunque la rivalidad en sectores como la inteligencia artificial, Ucrania y Taiwán persiste. “Ambos lados buscan manejabilidad, calibrando la cooperación suficiente para evitar una crisis, aunque la rivalidad de fondo siga ahí”, resumió Craig Singleton, investigador de relaciones sino-estadounidenses. Trump descartó discutir el tema de Taiwán en la cumbre, aliviando uno de los puntos más sensibles de la agenda.
🇺🇸🇨🇳🇰🇷‼️ | ÚLTIMO MINUTO — El Presidente Trump llega a la reunión con Xi Jinping en Corea del Sur. pic.twitter.com/V8qEf2XKfx
— UHN Plus (@UHN_Plus) October 30, 2025
Tras la reunión en Busan, Trump regresará a Washington, mientras Xi continuará con encuentros en la cumbre de APEC, reforzando la imagen de China como socio confiable en el Pacífico. Analistas advierten que, pese a la distensión aparente, cualquier avance podría quedar en suspenso si las tensiones resurgen, dado el equilibrio precario del comercio bilateral, sujeto a intereses cambiantes y rivalidades estructurales.