Dwayne Johnson, conocido mundialmente como The Rock, ha generado una ola de preocupación entre sus fans al aparecer prácticamente irreconocible en el Festival de Cine de Venecia durante la premiere de su nueva película "The Smashing Machine", donde interpreta al luchador de UFC Mark Kerr. El actor de 53 años ha perdido cerca de 27 kilos para el rol, transformando su icónico físico musculoso en uno más delgado y demacrado, lo que ha llevado a especulaciones sobre su salud en redes sociales y medios especializados.

Johnson, famoso por su imponente presencia en películas como "Jumanji" y "Fast & Furious", se presentó en la alfombra roja con un aspecto notablemente cambiado: mejillas hundidas, menos masa muscular y una expresión que muchos describen como agotada. En la conferencia de prensa, se emocionó al hablar del proyecto, explicando que su transformación física era esencial para capturar la esencia de Kerr, un campeón de artes marciales mixtas que luchó contra adicciones y lesiones crónicas. "Quería honrar su historia de manera auténtica", dijo Johnson, asegurando que se siente "fuerte y enfocado" en su carrera, aunque admitió que el proceso fue "intenso pero gratificante".

Esta no es la primera vez que Hollywood ve transformaciones extremas para roles dramáticos, un fenómeno común en la industria que a menudo genera debates sobre los riesgos para la salud de los actores. Por ejemplo, Christian Bale perdió 28 kilos para "The Machinist" en 2004, subsistiendo con una dieta de una manzana y una lata de atún al día, lo que le causó insomnio crónico y debilidad física extrema, tardando meses en recuperar su peso normal. Matthew McConaughey, en "Dallas Buyers Club" (2013), bajó 21 kilos, experimentando problemas de visión temporal y fatiga mental, pero ganó un Oscar por su desempeño. Jared Leto, para el mismo filme, perdió 13 kilos y reportó debilidad ósea y problemas inmunológicos temporales.

Los impactos para la salud de estas dietas extremas son bien documentados por expertos en nutrición y medicina. Según estudios de la Asociación Americana de Dietética, pérdidas rápidas de peso como estas pueden llevar a desnutrición, pérdida de masa muscular, desequilibrios hormonales y un metabolismo ralentizado que complica la recuperación. En casos severos, se reportan riesgos cardiovasculares, como arritmias, y efectos psicológicos como ansiedad o depresión debido al estrés corporal. La Academia de Nutrición y Dietética recomienda supervision médica estricta, pero incluso con ella, transformaciones repetidas —como las de Bale, quien ha variado su peso drásticamente en múltiples roles— pueden causar daños a largo plazo, incluyendo osteoporosis y problemas renales.

Fans en redes sociales han expresado su inquietud, con miles de comentarios en Instagram y X como "The Rock parece enfermo, espero que esté bien" o "Esto es demasiado para un rol, la salud primero". Aunque Johnson ha compartido en entrevistas pasadas que trabaja con nutricionistas y entrenadores para minimizar riesgos, esta transformación marca un giro hacia roles más dramáticos, alejándose de su imagen de superhéroe invencible. "The Smashing Machine", dirigida por Benny Safdie, explora temas de adicción y redención, y podría posicionar a Johnson para premios, similar a cómo lo hicieron las transformaciones de otros actores.

Esta aparición no solo resalta los sacrificios en Hollywood, sino que reaviva discusiones sobre si tales extremos valen la pena, especialmente cuando alternativas como maquillaje y efectos digitales podrían lograr efectos similares sin comprometer la salud.

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