Durante su programa semanal de televisión, Maduro anunció: “He aprobado la medida cautelar de suspensión inmediata de todos los efectos del acuerdo energético y de todo lo convenido en esa materia. ¡Suspendido todo!”. El convenio, firmado en 2015 y renovado en febrero de 2025, contemplaba el desarrollo conjunto de infraestructuras para la explotación de yacimientos de gas compartidos y proyectos bilaterales en hidrocarburos, con una vigencia inicial de diez años y renovación automática por cinco más.
La vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, respaldó la decisión, afirmando que Persad-Bissessar se sumó a “los planes guerreristas de Estados Unidos” y convirtió Trinidad y Tobago en “una colonia militar” para una “guerra por el petróleo y por el gas”. Rodríguez informó que tanto su ministerio como la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) recomendaron la ruptura del acuerdo.
Respuesta de Trinidad y Tobago
Por su parte, Persad-Bissessar negó cualquier intención de confrontación y afirmó: “Nuestro futuro no depende de Venezuela y nunca lo ha hecho”, en un mensaje a la agencia AFP. El Ministerio de Asuntos Extranjeros trinitense aclaró que las maniobras con la Armada estadounidense buscan “apoyar la lucha contra el crimen transnacional, fortalecer la cooperación humanitaria y la seguridad en la región”, sin provocar hostilidades.
🇺🇸🇻🇪‼️ | URGENTE — El exembajador de EE. UU. en Venezuela, James Story, aseguró en entrevista con Luis Carlos Vélez de Univisión, que “Nicolás Maduro tiene los días contados” y que una acción en su contra podría ocurrir en los próximos 30 días. pic.twitter.com/ho3e1S6mV9
— UHN Plus (@UHN_Plus) October 28, 2025
El USS Gravely permanecerá en Puerto España hasta el 30 de octubre, y se le unirá el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo, como parte de las operaciones antinarcóticos de Washington en el Caribe, que han dejado al menos 43 muertos en diez ataques contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico, según el Pentágono.
Escalada de tensiones
Maduro lamentó que el acuerdo se concibiera “con mucha ilusión” para fomentar la “hermandad y solidaridad”, pero advirtió que las acciones de Trinidad y Tobago obligaron a Caracas a tomar una medida “de carácter estructural”. “Ante la amenaza de convertir a Trinidad y Tobago en el portaaviones del imperio estadounidense contra Venezuela, queda una sola alternativa”, expresó.
El domingo, el régimen venezolano denunció una “provocación militar” coordinada entre Trinidad y Tobago y la CIA para “instalar una guerra en en el Caribe”. Además, el Ministerio del Interior afirmó haber desmantelado una “célula criminal vinculada a la CIA” que planeaba atacar el USS Gravely para culpar a Caracas.
El embargo petrolero de EE.UU. a Venezuela desde 2019, con una licencia temporal otorgada el año pasado a Trinidad y Tobago para explotar un campo gasífero venezolano, generó tensiones internas en el chavismo. La suspensión del acuerdo marca un nuevo capítulo en la escalada diplomática y militar en la región, donde Caracas denuncia una ofensiva liderada por Washington. “Esto no es un juego político, es una guerra por los recursos de nuestra región”, concluyó Rodríguez.
(Con información de AFP y EFE)