Represión en Cuba: activistas denunciaron 27 arrestos en Gibara por protestas pacíficas

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos reportó que cuatro de los detenidos permanecen privados de libertad, mientras el resto está bajo vigilancia policial en un contexto de creciente tensión social por la crisis energética.

Represión en Cuba: activistas denunciaron 27 arrestos en Gibara por protestas pacíficas
FOTO DE ARCHIVO: Un hombre protesta en La Habana contra el dictador Miguel Díaz-Canel. | Foto: AFP
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Al menos 27 personas han sido arrestadas en Gibara, en la región oriental de Cuba, tras manifestaciones pacíficas realizadas el sábado pasado, según un comunicado emitido este viernes por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), con sede en Madrid. La organización, que monitorea violaciones a los derechos en la isla, detalló que cuatro de los detenidos siguen privados de libertad y la mayoría enfrenta fianzas con estricta vigilancia policial.

Las protestas, que estallaron en barrios como La Loma de los Caneyes y El Güirito, han generado un ambiente aún más tenso, con acciones intimidatorias por parte de las fuerzas de seguridad, según el OCDH. La ONG exigió el cese inmediato de la represión y la liberación de todos los ciudadanos detenidos por ejercer su derecho a la protesta pacífica, alertando sobre la gravedad de la situación en esta localidad de la provincia de Holguín.

El Detonante: Apagones Prolongados y Descontento Social

Las manifestaciones surgieron en respuesta a un apagón de más de 20 horas, un fenómeno recurrente que ha exacerbado la crisis energética en Cuba. Videos y relatos de testigos capturan a decenas de residentes marchando por las calles con cacerolas y consignas como “¡Corriente y comida!”, “¡El pueblo unido jamás será vencido!” y “¡Libertad, libertad!”, en una demostración pacífica sin evidencia de violencia por parte de los participantes. En contraste, medios estatales locales describieron las movilizaciones como expresiones de “inconformidades desde una postura de respeto y diálogo”, minimizando su alcance.

Gibara, un pueblo costero conocido por su festival de cine, se ha convertido en un foco de descontento, impulsado por la escasez de electricidad que afecta la conservación de alimentos, el acceso a agua y las condiciones básicas de vida. La crisis energética, agravada por averías en centrales termoeléctricas y la falta de divisas para importar combustible, ha dejado a millones sin servicio durante días, generando protestas esporádicas en varias provincias.

Arrestos y Vigilancia: Una Patrones de Represión Sistemática

De los 27 arrestos reportados, cuatro permanecen detenidos sin cargos formales, mientras que el resto fue liberado bajo fianzas que incluyen restricciones de movimiento y vigilancia constante. El OCDH documentó casos de intimidación selectiva, con agentes de seguridad visitando hogares para advertir contra futuras protestas. Esta táctica, común en el régimen cubano, busca disuadir la disidencia pacífica y mantener el control social, según expertos en derechos humanos.

El sábado, la policía intervino rápidamente para dispersar a los manifestantes, utilizando tácticas de contención que incluyeron detenciones preventivas. Testigos relataron que los participantes, en su mayoría vecinos locales afectados por la falta de luz, no representaban amenaza alguna, pero fueron sometidos a interrogatorios y registros domiciliarios.

Contexto de la Crisis Energética y Descontento Generalizado

Cuba ha enfrentado múltiples apagones nacionales en los últimos años, con este incidente como el quinto en menos de dos años, dejando a la isla entera sin electricidad por horas. La Unión Eléctrica de Cuba atribuyó el colapso a una falla en la termoeléctrica Antonio Guiteras, la más grande del país, pero críticos señalan problemas estructurales como el envejecimiento de infraestructuras y la escasez crónica de combustible.

El calor sofocante, la putrefacción de alimentos y la imposibilidad de cocinar han multiplicado el malestar, especialmente entre familias vulnerables con niños y ancianos. “El malestar es inmenso; la gente no tiene qué comer y ahora ni siquiera puede preparar lo poco que tiene”, relató un sindicalista independiente, destacando cómo la dependencia de electrodomésticos agrava la crisis diaria.

Esta situación se enmarca en una desaprobación del 92% hacia la gestión económica y social del régimen, según encuestas independientes, con los jóvenes entre 18 y 30 años mostrando una aprobación inferior al 3,39%. El 78% de los cubanos desea emigrar, reflejando una desesperanza profunda que alimenta protestas como las de Gibara.

Llamado Internacional y Exhorto a la Acción

El OCDH exigió una investigación independiente y el fin de la represión, recordando que las protestas pacíficas son un derecho fundamental. La organización llamó a la comunidad internacional, incluyendo a la Unión Europea, a condicionar cualquier acuerdo de diálogo y cooperación con Cuba a la liberación de presos políticos y el respeto a los derechos humanos.

Activistas como Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, y Iván Hernández Carrillo, sindicalista independiente, firmaron una carta abierta urgiendo a la UE a sustituir el actual Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación por uno que priorice la democracia y supervise el uso de fondos europeos. “Reconozcan oficialmente a los presos políticos y promuevan a la sociedad civil independiente como actor legítimo”, demandaron, proponiendo sanciones a responsables de violaciones.

Un reciente informe de Prisoners Defenders documentó que al menos 60.000 reclusos son forzados a trabajar en condiciones de esclavitud, produciendo bienes como carbón de marabú para exportación europea. Esta explotación sistemática, verificada por expertos internacionales, viola convenios de la OIT y derechos humanos básicos, con mujeres y afrocubanos sufriendo discriminación agravada.

Perspectivas de un Cambio Necesario

La represión en Gibara no es aislada, sino parte de un patrón que incluye 853 presos políticos y un aumento del 190% en la sobrerrepresentación de afrocubanos en prisiones. El 70% de los hogares salta comidas diarias, y el 89% vive en pobreza extrema, según datos independientes. La crisis eléctrica, con apagones que superan a la falta de alimentos como principal preocupación (72% vs. 71%), ha transformado la cotidianidad en supervivencia.

El régimen de Miguel Díaz-Canel mantiene una narrativa de “conquistas sociales”, pero la realidad —con el 92% desaprobando la gestión y el 76% de jóvenes deseando exiliarse— desmiente esa propaganda. Gibara simboliza la resistencia pacífica de un pueblo harto de apagones, escasez y represión, y su eco podría expandirse si la comunidad internacional actúa con firmeza. Cuba necesita no solo luz eléctrica, sino luz democrática para salir de esta oscuridad estructural.

Autor

Yulier Suárez
Yulier Suárez

Editor de UHN Plus. Periodista cubano radicado en Groningen, Países Bajos. Especializado en la política de América Latina y Estados Unidos.

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