Maduro amenazó con una “lucha armada” si Estados Unidos ataca a Venezuela
El dictador chavista advirtió que el país pasará de la “fase política” a un enfrentamiento militar en caso de agresión de Washington, en medio de la presencia de buques y cazas estadounidenses en el Caribe. Trump reiteró que aviones venezolanos que representen peligro “serán derribados”


El dictador venezolano Nicolás Maduro advirtió el viernes 5 de septiembre de 2025 que Venezuela pasaría a una “etapa de lucha armada” si Estados Unidos lanza una agresión militar contra el país, en medio de crecientes tensiones por el despliegue de un contingente naval estadounidense en el Caribe. La declaración, realizada durante un acto de activación de las milicias ciudadanas en Caracas, responde a la reciente movilización de ocho buques de guerra, un submarino nuclear y 10 cazas F-35 enviados por Washington a la región, en lo que el presidente Donald Trump describe como una operación antidrogas contra el Cartel de los Soles y el Tren de Aragua, grupos vinculados al régimen chavista. Trump, por su parte, reiteró que cualquier avión venezolano que represente una amenaza “será derribado”, tras un incidente que involucró a dos cazas F-16 venezolanos sobrevolando el destructor USS Jason Dunham.
Maduro Escala la Retórica Beligerante
En un discurso transmitido en cadena nacional, Maduro afirmó que Venezuela se encuentra en una “fase de lucha no armada”, caracterizada por esfuerzos políticos, comunicacionales e institucionales. Sin embargo, advirtió que una agresión estadounidense desencadenaría una “lucha armada planificada y organizada” que involucraría a “todo el pueblo” en defensa de la “paz, la soberanía y la integridad territorial”. “Somos pacifistas, pero guerreros. Nadie vendrá a esclavizarnos”, proclamó el dictador, mientras supervisaba la activación de la Milicia Nacional Bolivariana (MNB), un cuerpo de ciudadanos alistados en jornadas masivas durante agosto de 2025.
🇺🇸🇻🇪‼️ | URGENTE — Según CNN, Trump está evaluando ejecutar ataques militares dentro de Venezuela contra los carteles vinculados al narco–dictador Nicolás Maduro.
— UHN Plus (@UHN_Plus) September 6, 2025
El hundimiento de la narcolancha del Tren de Aragua fue solo el inicio de una ofensiva mayor, con buques, submarinos… pic.twitter.com/uYZXXkz6ub
Maduro detalló que el país está en una “fase de alistamiento y preparación”, con planes para entrenar y reentrenar a la población en capacidades defensivas. La MNB, creada por Hugo Chávez en 2007 y reconocida como la quinta rama de las Fuerzas Armadas venezolanas, cuenta oficialmente con 4.5 millones de milicianos, aunque analistas independientes cuestionan esta cifra. El régimen ha intensificado los llamamientos a estas milicias tras el despliegue naval estadounidense, que incluye los destructores USS Gravely, USS Sampson, USS Jason Dunham y el crucero USS Lake Erie, además de un submarino nuclear de ataque rápido y más de 4,500 marines y marinos.
El canciller chavista Yván Gil respaldó la postura de Maduro, calificando el envío de cazas F-35 a Puerto Rico como una “amenaza directa” contra Venezuela. Maduro exigió a Estados Unidos que “abandone su plan de cambio de régimen violento” y respete la soberanía de los países latinoamericanos, insistiendo en que Venezuela está abierta al diálogo, pero “bajo respeto”. “Ninguna diferencia justifica un conflicto bélico”, afirmó, a pesar de su retórica beligerante.
Trump Responde con Mano Dura
La advertencia de Maduro llega tras un incidente el 5 de septiembre, cuando dos cazas F-16 venezolanos sobrevolaron de manera provocadora el USS Jason Dunham en aguas internacionales del Caribe, un acto que el Pentágono describió como “altamente provocador” y destinado a interferir con las operaciones antidrogas. En respuesta, Trump ordenó el despliegue de 10 cazas F-35 a una base aérea en Puerto Rico, reforzando la presencia militar estadounidense en la región. Durante una conferencia de prensa en el Salón Oval, el presidente fue tajante: “Si los aviones venezolanos nos ponen en una posición peligrosa, serán derribados”. Delegó la decisión de actuar al general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, y a los comandantes navales, señalando: “Ustedes o sus capitanes pueden decidir qué hacer”.

Trump justificó el robusto despliegue naval como una respuesta al tráfico de drogas desde Venezuela, acusando al régimen de Maduro de permitir la entrada de “miles de millones de dólares en drogas” a Estados Unidos y de liberar a criminales de sus cárceles para desestabilizar el país. “No queremos que vacíen sus prisiones y descarguen a sus peores prisioneros en nuestro país”, afirmó, destacando que su administración ha reducido el cruce fronterizo de “millones a cero ingresos” en los últimos 120 días. El presidente desmintió que el objetivo sea un cambio de régimen, aunque calificó las elecciones venezolanas de 2024 como “muy extrañas”, en alusión a las denuncias de fraude que favorecieron a Maduro.

El incidente sigue a una operación el 2 de septiembre, en la que fuerzas estadounidenses destruyeron una embarcación vinculada al Tren de Aragua, dejando 11 muertos. Trump y el secretario de Estado Marco Rubio defendieron la acción como parte de una estrategia contra el narcoterrorismo, amparada por la legislación posterior al 11 de septiembre de 2001, que permite acciones militares contra grupos designados como terroristas. Rubio, durante una reciente visita a Quito, calificó a Maduro como un “narcoterrorista fugitivo”, recordando los cargos en su contra en Nueva York y la recompensa de 50 millones de dólares por su captura.
Un Contexto de Tensión Regional
Las declaraciones de Maduro y Trump reflejan un punto crítico en las relaciones entre Washington y Caracas. El régimen chavista ha intensificado sus preparativos militares, desplegando drones y unidades navales en su costa y fortaleciendo la Milicia Nacional Bolivariana. Maduro ha denunciado las operaciones estadounidenses como una “amenaza criminal y sangrienta”, mientras que Washington acusa al dictador de liderar el Cartel de los Soles, una red criminal vinculada a carteles mexicanos como el de Sinaloa. Estas acusaciones han sido reforzadas por testimonios como el del general retirado Néstor González González, quien reveló la colaboración del régimen con guerrillas colombianas como el ELN y las FARC para traficar cocaína, un esquema que, según él, lleva más de 25 años operando.

La región observa con preocupación el riesgo de una escalada militar. Mientras México aboga por la no intervención, aliados como Ecuador han respaldado las acciones de Estados Unidos, especialmente tras la designación de las bandas Los Choneros y Los Lobos como organizaciones terroristas. La reciente expulsión de Argentina del exdiputado chavista José Gregorio Noriega también evidencia un cerco regional contra el régimen de Maduro y sus colaboradores.
Un Futuro Incierto en el Caribe
La amenaza de Maduro de iniciar una “lucha armada” y la advertencia de Trump de derribar aviones venezolanos marcan un nuevo capítulo en la confrontación entre ambos países. La presencia de un poderoso contingente militar estadounidense en el Caribe, combinada con la retórica beligerante de Caracas, aumenta el riesgo de incidentes que podrían derivar en un conflicto mayor. Mientras el régimen chavista se atrinchera en su narrativa de soberanía, Estados Unidos refuerza su estrategia contra el narcoterrorismo, respaldado por aliados como Ecuador y líderes opositores venezolanos como Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.
El reciente cambio de nombre del Departamento de Defensa a Departamento de Guerra, decretado por Trump, y la delegación de decisiones al secretario Pete Hegseth, subrayan la postura agresiva de Washington. En este escenario, la región enfrenta un futuro incierto, donde la lucha contra el narcotráfico y las tensiones geopolíticas podrían redefinir la dinámica de seguridad en América Latina.
Autor

Editor de UHN Plus. Periodista cubano radicado en Groningen, Países Bajos. Especializado en la política de América Latina y Estados Unidos.
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