¿Serán Marco Rubio y Donald Trump los que Liberarán a Venezuela del Comunismo?

Marco Rubio y Donald Trump podrían ser los que liberen a Venezuela del comunismo. El pueblo venezolano, con siete millones en el exilio, merece un futuro libre del yugo de Maduro y su cartel.

¿Serán Marco Rubio y Donald Trump los que Liberarán a Venezuela del Comunismo?
El presidente Donald Trump habla mientras el Secretario de Estado Marco Rubio mira durante una reunión del gabinete en la Sala del Gabinete de la Casa Blanca en Washington el 8 de julio de 2025. | Andrew Caballero-Reynolds/AFP vía Getty Images

En un mundo donde la tiranía comunista sigue aferrándose al poder en naciones como Venezuela, surge una pregunta inevitable: ¿Serán Marco Rubio y Donald Trump los líderes que finalmente liberen al pueblo venezolano de las cadenas del régimen de Nicolás Maduro? Como observador de la geopolítica latinoamericana, creo firmemente que sí. Con Rubio como Secretario de Estado en la segunda administración Trump, iniciada en enero de 2025, Estados Unidos ha adoptado una postura agresiva y estratégica contra el chavismo, combinando sanciones económicas, designaciones terroristas y despliegues militares que podrían marcar el fin de dos décadas de opresión. Esta dupla, con sus raíces anticomunistas y su enfoque en la seguridad hemisférica, representa la mejor oportunidad para restaurar la democracia en Venezuela desde el ascenso de Hugo Chávez en 1999.

Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos que huyeron del castrismo, ha forjado su carrera política en una cruzada contra el comunismo. Como senador por Florida, Rubio ha sido un vocal crítico de regímenes autoritarios en Cuba, Nicaragua y Venezuela, impulsando medidas duras que incluyen sanciones y apoyo a la oposición. Su designación como Secretario de Estado por Trump en noviembre de 2024 fue un golpe maestro, alineando la diplomacia estadounidense con una visión anticomunista férrea. En su audiencia de confirmación en enero de 2025, Rubio enfatizó que “el Partido Comunista Chino y sus aliados en América Latina representan una amenaza existencial para la libertad”, y ha dedicado atención especial a Venezuela, donde el régimen de Maduro ha causado un éxodo masivo de millones de ciudadanos huyendo de la pobreza y la represión.

Bajo la administración Trump 2.0, las acciones contra Maduro han sido rápidas y contundentes. En julio de 2025, el Departamento del Tesoro designó al Cartel de los Soles —la red narcoterrorista liderada por Maduro— como ‘Terrorista Global Especialmente Asignado’, equiparándolo a grupos como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa. El 7 de agosto, la recompensa por información que lleve a la captura de Maduro se elevó a 50 millones de dólares, la más alta en la historia de Estados Unidos, superando incluso la ofrecida por Osama Bin Laden. La fiscal general Pam Bondi justificó esta medida al declarar que Maduro es “uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para nuestra seguridad nacional”, y reveló la incautación de 700 millones de dólares en bienes vinculados al dictador, incluyendo aviones, propiedades en Florida y mansiones en República Dominicana.

El cartel difundido por el gobierno de EE.UU.

El despliegue militar de Estados Unidos en aguas cercanas a Venezuela intensifica la presión. En agosto de 2025, Trump ordenó el envío de tres destructores Aegis con misiles guiados hacia las costas venezolanas, como parte de una operación contra carteles narcoterroristas. Este movimiento, que incluye 4.000 infantes de Marina, aviones de reconocimiento y un submarino nuclear, es una demostración de fuerza que ha obligado a Maduro a responder con pánico. El dictador activó 4,5 millones de milicianos en todo el territorio, alegando amenazas imperialistas, pero esta movilización revela su vulnerabilidad. Maduro acusó a organizaciones como la Fundación Rosa Luxemburgo de Alemania y a agencias estadounidenses como la CIA de financiar infiltrados, pero sus palabras suenan a desesperación en un régimen aislado y corroído por la corrupción.

Rubio, como Secretario de Estado, ha sido clave en esta ofensiva. En febrero de 2025, Project Syndicate analizó que Rubio podría impulsar una política dura contra Venezuela, posiblemente extendiendo una ‘línea de vida’ a Maduro solo si coopera en migración, pero priorizando el derrocamiento del comunismo. Su odio al comunismo, forjado por la experiencia de sus padres cubanos, lo ha llevado a dejar su mayor marca en Venezuela, como señaló CBS News en noviembre de 2024. Rubio ha criticado a la izquierda radical y ha empujado por medidas que incluyen el bloqueo a aliados chinos del régimen, argumentando que “el Partido Comunista Chino quiere absorber América Latina en su esfera privada”, según Americas Quarterly.

Trump, por su parte, ha mantenido una línea consistente contra Maduro. Durante su primer mandato, acusó al Cartel de los Soles de narcoterrorismo, y en 2025 ha escalado con designaciones y despliegues militares. En julio de 2025, Trump apretó el bloqueo a Cuba, un aliado clave de Maduro, y expertos como Moisés Naím en Project Syndicate especulan que podría negociar el fin del régimen a cambio de concesiones en migración. Sin embargo, la administración Trump ha dejado claro que no tolerará narcoterroristas, con Rubio advirtiendo que China y sus proxies en Latinoamérica son “una amenaza para Estados Unidos”.

¿Por qué Rubio y Trump podrían ser los liberadores de Venezuela? Primero, su enfoque anticomunista es genuino: Rubio, como hijo de exiliados, ve en Maduro un eco del castrismo que destruyó Cuba. Trump, con su doctrina ‘America First’, prioriza la seguridad hemisférica, combatiendo el narcotráfico que afecta directamente a Estados Unidos. El aumento de la recompensa y el despliegue naval han forzado a Maduro a movilizar milicias, un signo de debilidad interna. Además, aliados como Ecuador, bajo Daniel Noboa, han designado al Cartel de los Soles como terrorista, ampliando el aislamiento regional.

La líder opositora María Corina Machado ondea una bandera nacional venezolana durante una manifestación para protestar por los resultados oficiales que declararon al presidente Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales de julio, en Caracas, Venezuela, el sábado 17 de agosto de 2024. (Foto AP/Cristian Hernandez)ARIANA CUBILLOS

La oposición venezolana, liderada por figuras como María Corina Machado, ha denunciado detenciones arbitrarias, como la de Enrique Ferreira en paradero desconocido, y exige la libertad de periodistas presos hace 14 meses. Washington ha respondido llamando al régimen una “pandilla de brutos criminales”, y con Rubio al frente de la diplomacia, es probable que se intensifiquen las sanciones secundarias a compradores de petróleo venezolano, como China e India, asfixiando financieramente al chavismo.

Autor

Yulier Suárez
Yulier Suárez

Editor de UHN Plus y periodista cubano radicado en Groningen, Países Bajos. Especializado en la política de América Latina y Estados Unidos.

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